Resistencia contra leyes antimigrantes en Carolina del Norte: Siembra NC

Raleigh, Carolina del Norte. Una nueva ofensiva legislativa contra la comunidad inmigrante ha encendido las alarmas en Carolina del Norte, motivando una enérgica respuesta de organizaciones de base que se oponen a las políticas de colaboración forzada entre agencias locales y federales.

Al frente de esta lucha se encuentra Siembra NC, una organización dirigida por Kelly Morales y Marlén Martínez que fue fundada en 2017 como una respuesta directa a los ataques, buscando organizar a la gente inmigrante y trabajadora bajo el lema: “El pueblo salva al pueblo.”

El tema fue abordado el pasado 4 de octubre vía videoconferencia, promovida por el Instituto Nacional de Formación Política de Morena, en la llamada “sabatina migrante” dedicada específicamente a las leyes antimigrantes en Carolina del Norte HB10, HB318 y SB153, en una transmisión en vivo.

El contexto legislativo

Las participantes se refirieron a que el ambiente legislativo en el estado es tenso, con la mayoría republicana buscando una “súper mayoría” que les permita anular el veto del gobernador. La batalla se centra en varias propuestas clave que buscan obligar a las agencias locales y estatales a actuar como agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

La HB10, vigente desde diciembre pasado, obliga a los alguaciles locales a verificar el estatus legal de cualquier persona procesada en la cárcel y a cumplir con las órdenes de detención de ICE, reteniendo al individuo hasta 48 horas adicionales.

La HB318, vigente desde el 1 de octubre, profundiza esta colaboración al expandir la verificación migratoria a todos los delitos graves, incluyendo cargos por DWI, y exige la retención obligatoria y la notificación a ICE sobre las liberaciones. Adicionalmente, prohíbe a cualquier organismo público limitar el acceso a la información sobre el estatus migratorio.

Finalmente, la propuesta SB153 busca forzar a agencias estatales como la Patrulla de Carreteras a interrogar, detener y reportar el estatus migratorio; aunque fue vetada por el gobernador, los republicanos han intentado programar una votación especial para anular dicho veto.

Resistencia Comunitaria

Frente a estos ataques, las funcionarias de Siembra NC enfatizaron por separado la importancia de la información para defenderse, pues estas leyes otorgan un “cheque en blanco” a las autoridades para escalar cualquier interacción.

La organización utiliza la estrategia de “guarda barios” (barrio por barrio) para difundir información sobre los derechos, incluyendo la Cuarta Enmienda, que exige una orden judicial firmada por un juez para detener a alguien.

Sus acciones incluyen mantener una Línea Comunitaria para reportar actividad sospechosa y ofrecer talleres sobre derechos laborales y cómo interactuar con las autoridades.

Además, Siembra NC está muy activa en la creación de redes de Vigilancia Comunitaria (Icewatch). El poder de la comunidad está logrando impacto a nivel local: dos ciudades, Carborough y Duran, ya han aprobado consejos municipales para declararse “Ciudades de la Cuarta Enmienda” (Fourth Amendment Cities), armándose con educación para exigir órdenes judiciales y proteger a los residentes.

Miembros de la comunidad migrante y aliados, como el reverendo Ronnie Sadler, en Charlotte, continúan movilizándose para desafiar a los políticos que aprobaron estas leyes.

Abuso laboral

La esperanza de Siembra NC es concentrar suficiente poder para lograr mejores protecciones para la gente trabajadora, especialmente en un estado catalogado como el peor para los trabajadores en todo el país.

El asedio a la comunidad migrante por parte del gobierno trumpista continúa, pero al verse rebasado como algunos analistas de las políticas migratorias de Trump advertían desde sus inicios, ahora se busca obligar a otros sectores del gobierno estadounidense por medio de leyes a sumarse a las redadas.