Llamado urgente contra el radicalismo político y las desapariciones

  • Crítica al Radicalismo Político y Abuso de la Fe
  • Desapariciones de Niños y Adolescentes
  • Fiscalización a Servidores Públicos y Turismo Político
  • Retos de la Comunidad Migrante en Estados Unidos

Muy buenas tardes tengan todas y todos. Hoy, mientras lucho contra el tráfico, me doy cuenta de que hay muchísimos temas que debemos conocer, tratar y difundir para que la gente esté bien informada. Y uno de ellos es el partido que Verastegui está intentando registrar en México.

Este partido, que se autodenomina de derecha radical, es, a mi parecer, una hipocresía, sobre todo si consideramos su pasado con el expresidente Peña Nieto. Lo más alarmante es que no hay cabida para ciertos sectores de la comunidad y busca implementar medidas extremas contra aquellos que no comulgan con sus ideas.

Verastegui está buscando obtener 2 millones de firmas para registrar su partido, y lo que me preocupa es que se está valiendo de iglesias y centros religiosos para recabar estas firmas.

Están pasando hojas a la gente en estos lugares de culto, sin decirles claramente que se están afiliando a un partido político, aprovechándose de la confianza y la búsqueda de paz espiritual de las personas. Les pido a todos que tengan mucho cuidado al firmar cualquier documento en estos lugares.

El radicalismo, sea en política o en cualquier ámbito, no es bueno. Vemos ejemplos en Estados Unidos, con figuras como Trump o el gobernador de Texas, donde el radicalismo ha generado caos, destrucción, muerte y persecución. No podemos permitir que ese tipo de pensamiento predomine, porque conlleva a problemas y divisiones.

Como seres humanos, debemos ser empáticos, compasivos y respetuosos con las ideas, creencias y gustos de los demás. En cualquier comunidad u organización, lo que debe prevalecer es el bien común y la decisión de la mayoría, es decir, la democracia.

Otro tema que me preocupa profundamente, y que veo mucho en redes sociales, es la desaparición de niños y adolescentes en la República Mexicana.

Aunque a veces dudo si algunos videos son manipulados, la realidad es que el problema es grave, especialmente para las niñas y jovencitas, que son las más acechadas. Comparto estas denuncias y pido a las autoridades que pongan empeño en averiguar qué sucede.

Es ilógico que un niño desaparezca de la noche a la mañana. Los expertos y estudios confirman que casi siempre hay alguien cercano a la familia involucrado en estas desapariciones o secuestros. Madres y padres de familia, por favor, no dejen a sus hijos al cuidado de cualquiera, no los dejen dormir fuera de casa con amigos o vecinos, no importa qué tan buenos aparenten ser.

Nadie es mejor cuidador que un padre o una madre verdaderos. Si algo les sucede a nuestros hijos, la responsabilidad es 100 por ciento nuestra. Por favor, denuncien formalmente y sean honestos con las autoridades sobre lo que pasó, dónde y con quién.

También les pido a mis compañeros que, al compartir información, especifiquen el municipio, estado y país, para evitar desinformación y caos emocional. Debemos enfocarnos en solucionar los problemas de nuestra propia tierra.

He sido muy crítica con las autoridades que ocupan cargos públicos, y lo seguiré siendo. Si a mí me pagaran por hacer periodismo, que lo hago por amor a informar y ayudar a mi gente, me dedicaría de lleno.

Pero a quienes ya se les paga, deben trabajar a favor del pueblo, mejorar y solucionar las problemáticas de la comunidad.

Es lamentable ver cómo algunos, con un poco de reconocimiento, ya se sienten capacitados para ocupar cargos importantes como gobernadores o embajadores, y en realidad solo hacen “turismo político”, como diría Andrés Manuel López Obrador.

En Oaxaca, por ejemplo, a pesar del apoyo de López Obrador, que les devolvió dignidad y derechos a las comunidades indígenas, todavía hay abusos y “cobro de piso” por parte de malandros.

Y algunos que apenas eran activistas ahora ocupan cargos sin preocuparse por su gente. Lo mismo ocurre con una diputada federal de Michoacán que, estando en Estados Unidos, no sé cómo hizo para ganar una diputación federal, pero no veo que haga un trabajo real por el pueblo.

Me tachan de “dura”, pero a mí me vale sombrilla. Hablar con la verdad, aunque no guste, es la única manera de reconocer problemas y avanzar. Como aprendí en mi tiempo en la religión católica y luego con Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación, la política debe ser para ayudar al olvidado, al maltratado, para gobernar para bien de todos.

Tengo la esperanza de que para el 2030 se acabe el “dedazo” y los cargos se ocupen por votación y confianza de la gente.

Finalmente, para quienes radicamos en Estados Unidos, la situación es compleja. Estamos viviendo un retroceso a los años 60, con la persecución de nuestras autoridades federales contra la gente migrante.

Si son detenidos, mantengan la boca cerrada, tienen derecho a guardar silencio y no deben firmar documentos sin entenderlos. Aquellos con antecedentes por violencia o DUI, la situación es aún más complicada, y dudo que sus familias quieran gastar en sacarlos. Debemos exigir a nuestros diputados migrantes que trabajen con la comunidad y dejen el “turismo político”.

Mi gente bonita, les pido que, como siempre digo, hagan el bien sin mirar a quién. Cuídense mucho, sonrían y sean felices, que la vida es una y es bella. Y recuerden, el que obra mal, se le pudre el tamal. Gracias por escucharme y compartir mi material.