El caso Jacobo: una historia que exhibe la ineficacia del servicio exterior mexicano

Jacobo, una espera de más de nueve meses

Una serie de protocolos que exige cumplir el Hospital Jackson Memorial de Miami Florida niega a un joven, herido fuera de su casa de una manera circunstancial, la posibilidad de ser incluido en la lista de pacientes que esperan un trasplante de órganos vitales. 

Jacobo Hernández Rubio de 25 años, es uno de los “héroes de la economía de ambos países”, de los que habla el documental de la Presidencia para celebrar los 365 primeros días de la primer mujer que gobierna a este país en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo.

Jacobo es un jornalero y migrante que entró legalmente a Estados Unidos con la Visa H2A, sufrió un asalto junto a tres personas, y fue herido de bala afuera de la casa a la que habían llegado apenas dos días antes.

Hoy, después de nueve meses en cama, con la necesidad urgente de un trasplante multiorgánico, Hernández Rubio, se encuentra lejos de ser intervenido quirúrgicamente.

Para ser incluido en la lista de espera mencionada, Jacobo debe tener la Visa U, la que debe ser directamente gestionada por los consulados mexicanos en Estados Unidos, debe tener cobertura de seguro médico activa. La Visa U se concede a víctimas migrantes que han sufrido algún tipo de abuso físico o mental en suelo estadunidense.

El hospital exige una carta notariada de respaldo económico, de garantía preoperatoria, donde el gobierno mexicano se haga cargo. Infelizmente, el Consulado de Orlando, Florida, que encabeza Juan Sabines Guerrero no firmó ese documento como respaldo institucional.

Y como gusta decir al gobierno actual en sus dos sexenios “sólo el pueblo salva al pueblo”, la Fundación “Emprendedores de Luz Inc.”, ofreció firmar una carta de compromiso, la que no fue aceptada por las ejecutivos del hospital.

El consulado de México se ha negado a firmar esa carta notariada de respaldo económico y no ha emitido ninguna garantía preoperatoria como exige el hospital, ni tampoco ha entregado un Affidavit financiero oficial. En esa postura ha estado también el cónsul de Miami, Rutilio Cruz Escandón Cárdenas.

Otros aspectos que forman parte de las exigencias para que sea Jacobo ingresado a la lista de espera de trasplante es que tenga domicilio comprobado que esté de 30 a 45 minutos del hospital para recibir atención pre y posoperatoria. Se necesita también visa para los familiares encargados de acompañar a quien desde casi un año se debate entre la vida, la muerte y sus dolores.

Jacobo y otros migrantes llegan a Homerville

Venían del estado de Michigan para asentarse en Homerville, Georgia, a trabajar; todos ellos con la Visa H2A que les permite laborar de manera legal.

Luego fue la madrugada desdichada, previa al 23 de diciembre de 2024 cuando Jacobo recibió el único balazo que se disparó en el lamentable acontecimiento convertido en asalto que cambió de raíz su vida.

“Si él hubiera atendido la fecha del término de su estancia legal y regresado a México, todo pudo ser diferente”, cuenta su hermano Gerbacio, y recuerda a Jacobo hablando con su madre por teléfono el día anterior; ella en El Naranjal Xilitla San Luis Potosí.

Horas después, en la misma noche ya vuelta madrugada, habría de recibir el disparo de un arma de fuego. Sólo un balazo en el abdomen, y el estómago y la vida se le hicieron pedazos; de repente, como muchos sucesos desgraciados que acontecen a la gente buena.

Los azarosos acontecimientos del infortunio

Los cuatro jóvenes hacían una fogata para enfrentar el frío del invierno de esos días sin energía eléctrica en su casa todavía; eran los días festivos previos a la Navidad. Luego vino el asalto repentino, fueron golpes y el solitario disparo del arma de fuego.

Los registros policiales dicen que el disparo no tuvo orificio de salida. Los intestinos fueron afectados y en un principio estuvo en estado de coma durante seis semanas en el Hospital UFHealthen, en Jacksonville, Florida. Allí empezó el calvario de los hermanos Hernández Rubio.

Con el estómago destrozado, sin dinero, a los jóvenes potosinos les dejaron claro que únicamente un trasplante multiorgánico puede salvar la vida de Jacobo; en esa región sólo se puede hacer en el Jackson Memorial Health de Miami, Florida.

Desde el 15 de abril de 2025 un informe de su estado de salud, emitido por este hospital, dice que su estado es crítico. El documento es de hace seis meses y asienta que es “la única opción viable para su supervivencia e incluye intestino, hígado y músculos abdominales”.

Los requerimientos

El paciente debe ser evaluado por el equipo de trasplantes y confirmado como candidato clínico para esa intervención quirúrgica. Es decir, debe tener vigente una evaluación médica integral.

Debe asegurarse en él una estabilidad preoperatoria que incluye residencia temporal estable en la zona de Miami que debe quedar a una distancia salvable a 30 o 45 minutos del hospital; una red de apoyo social y cuidador.

Esto es que, según los requerimientos, Jacobo debe tener una vivienda con domicilio comprobado en Miami, a menos de sesenta minutos del hospital, para los cuidados pre y posoperatorios, durante al menos un año, además de una carta oficial firmada y notariada por el gobierno de México.

Sin embargo, en este momento Hernández Rubio se encuentra en las mismas condiciones de hace meses donde recibe alimento vía intravenosa, sin perspectivas claras, necesitado del accionar de esa maquinaria que se mueve a través de las instituciones del Estado.

Ni el consulado, ni diputados, diputadas, ni la senadora migrante han dado respuesta formalizada, pues cuando se les ha planteado el problema quieren salir del paso con unos cuántos dólares como limosna.

 “Lo que pedimos es que el caso sea planteado en instancias gubernamentales que puedan atender institucionalmente el caso”, señala Gerbacio Hernández Rubio.

“Ni siquiera Aniceto Polanco, diputado migrante y miembro de la Comisión de Asuntos Migratorios ha atendido el caso como corresponde a un representante nuestro ante la Cámara de Diputados”, añade Gerbacio, cuya visa de turista con la que ha entrado al país norteamericano en esta ocasión, se vence en el mes de diciembre.

En el mismo sentido se ha manifestado el apoyo inexistente de la senadora migrante Karina Ruiz quien ha hecho expresiones populares poco solidarias: “Nadie va a cooperar, pues la gente es ´coda´, yo misma soy ´coda´, pero algo podemos aportar”, recuerda el hermano de Jacobo y resume: “y que nos da cien dolarotes”.

“Lo que no han entendido las autoridades a quienes nos acercamos es que necesitamos que ellos que pueden ser más escuchados lleven nuestra demanda a los lugares donde se puede decidir el destino de mi hermano”, apunta Gerbacio.

El aspecto legal

Los abogados que atienden la parte legal y se plantan frente al personal de los hospitales, y ante las autoridades mexicanas en las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dicen que en el joven trabajador se ve violentado el derecho a una debida atención consular y médica, y con ello el derecho de un mexicano a la salud”.

El profesor Eloy Romero, la licenciada Ángela Alondra Alvarado Maciel y el abogado Jorge Humberto Fernández Arras acusan de irresponsabilidades y omisiones al Consulado Mexicano en Orlando y Miami Florida.

Con severidad señalan que el joven migrante tiene “derecho a la vida, a un trato digno, y a la protección de la salud fundamentados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Además, agregan que en la Convención Americana de Derechos Humanos, en los tratados y leyes se favorece a la víctima, pero el consulado no ha dado seguimiento oportuno, ni información cierta, precisa y documentada a la víctima o a su familiar a cargo.

El lunes dos y martes tres de junio de este año, 2025, el profesor Eloy Romero y la licenciada Alvarado Maciel entregaron documentación del caso Jacobo en Atención Ciudadana de Presidencia de la República y quedó registrada con el folio: 20250603ALMA47, así como en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para su conocimiento y seguimiento.

Del mismo modo se entregó una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que ésta intervenga y emita una recomendación bajo el folio: “62872/2025; la respuesta ha sido elusiva siempre; “los consulados ya tienen conocimiento del caso”, responden en calca cada vez.

La institucionalidad mexicana

Nadie ha dado un trato institucional al caso. Los consulados han liberado tres cheques, ninguno supera los dos mil dólares.

“Ellos no están acostumbrados a resolver problemas de la comunidad mexicana en Estados Unidos“, dice Arely Pérez, una activista que se presenta a la opinión pública como “Guerrera es tu Voz” y quien se mueve desde el trabajo solidario que han prestado grupos ciudadanos al caso Jacobo.

“En los consulados lo único que saben decir es que no hay dinero suficiente y nuestros representantes ante el Congreso mexicano al recibir la petición de apoyo sólo limosnas nos han dado”, abunda.

La Secretaría de Relaciones Exteriores a través del Coordinador de Políticas de Protección, David Simón Figueras dio respuesta a los escritos del 15 de abril, 20 de mayo y 3 de junio de 2025, dirigidos a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo:

“Con número de identificación de la Presidencia 20250603ALMA47 y a la respuesta formulada por Adriana Contreras Vera, Directora General de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, se indica que la Secretaría de Relaciones dará seguimiento a la solicitud”.

El documento explica que ello se hace “de conformidad con los lineamientos gubernamentales y en apego al marco normativo; recibidos en esta Dirección General el pasado 3 y 5 de junio, referentes al caso del señor Jacobo Hernández Rubio, quien se encuentra hospitalizado en Estados Unidos”.

El escrito adiciona que con el Artículo 28, fracción ll de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, los Artículos 113 y 117 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, el Artículo 2, fracción ll, de la Ley del Servicio Exterior Mexicano y el Artículo 27 del Reglamento Interior de la SRE, el Consulado de México en Orlando ha realizado diversas acciones a favor del caso.

“El Consulado da seguimiento a la situación médica de Jacobo y lo han visitado en hospital, mantiene comunicación con el señor Gerbacio Hernández, a fin de dar seguimiento a la situación médica de Jacobo y brindarle apoyo en su estadía en ese país, así como, se le ha otorgado apoyo económico y orientación migratoria”.

Simón Figueras dice que “es importante mencionar que se han otorgado diversos apoyos económicos, a fin de apoyar en la medida de lo posible en el caso de Jacobo y para la estancia de Gerbacio Hernández, así como se les ha brindado apoyo legal y su caso será atendido de manera gratuita (pro bono)”.

El estado actual de las cosas

Jacobo recibe alimento por vía intravenosa. Su estancia en el hospital está siendo sostenida con la ayuda solidaria de las personas que se han sensibilizado, y la Visa U necesaria para su operación no la han tramitado las autoridades mexicanas ante su par estadunidense, y por lo tanto no está todavía en la lista de espera de trasplantes.

Gerbacio, quien cuida a su hermano y pronto tiene que salir del país, vive en un cuarto que se paga con dinero recabado entre amigos y familiares, y no se ha tramitado la visa para la esposa de Gerbacio a quien se piensa delegar los cuidados de Jacobo.

Los consulados de Orlando y Miami, no han hecho más que liberar un poco de dinero y cuando se hizo un desembolso por mil 700 dólares para el pago de abogado (la cifra más alta que han expedido), ellos mismos encargaron el caso a un grupo de abogadas a ellos afines que se autodenomina Bufete Mil Mujeres, encabezado por Lina Duque.

El resultado de la gestión de ese grupo de abogadas se informó apenas el mes pasado a los familiares del paciente y sólo a través de una captura de pantalla del recibo de un servicio de paquetería donde según la abogada Duque consta que la solicitud de la Visa U para Jacobo ya fue enviada al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).