Ciudad de México. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó abordó durante la semana una serie de temas cruciales que marcan la agenda nacional e internacional de México, entre los que destacan avances significativos en la protección de las remesas de los migrantes, la reapertura gradual de la frontera para el ganado y la persistente demanda de reciprocidad a Estados Unidos en el combate al tráfico de armas.
En un logro diplomático y social, la presidenta Sheinbaum celebró la reducción del impuesto propuesto en el Senado de Estados Unidos sobre las remesas, que inicialmente se planteó en un 5%, luego se bajó a 3.5% y finalmente se aprobó en un 1% únicamente para envíos en efectivo. Las transferencias electrónicas, que representan más del 90% del total, quedaron exentas.
La mandataria invitó a los migrantes que aún envían dinero en efectivo a utilizar la tarjeta FINABIEN para el reembolso de este 1%, asegurando así que el dinero llegue íntegro a sus familias.
Tras una caída en mayo, las remesas en junio mostraron un aumento, reafirmando su papel como pilar fundamental para la economía de muchas familias mexicanas, y a los migrantes se les reconoció como “héroes y heroínas”.
En el ámbito económico y comercial, se anunció la reapertura gradual de la frontera para el ganado en pie, comenzando el 7 de julio en Agua Prieta, Sonora, y continuando en diversas fechas hasta septiembre en otros puntos como Puerto Palomas y San Jerónimo en Chihuahua, Acuña en Coahuila y Colombia en Nuevo León.
La gradualidad de esta medida, según Sheinbaum, se debe al comportamiento controlado del gusano barrenador, un factor crucial para Estados Unidos.
La seguridad fronteriza fue otro punto central de la agenda presidencial. La presidenta Sheinbaum expresó su preocupación por la disminución en la incautación de armas por parte de Estados Unidos hacia México, exigiendo una mayor reciprocidad y esfuerzo para frenar el flujo ilegal de armamento hacia grupos delictivos en México. Recordó acciones legales emprendidas por su gobierno, incluyendo juicios ante la Corte de Estados Unidos contra quienes venden armas, un proceso que sigue en curso.
Respecto a las relaciones comerciales con Estados Unidos y las medidas arancelarias, la presidenta reconoció los impactos en México, pero enfatizó que el “Plan México” busca compensar posibles pérdidas mediante el impulso de la producción nacional y la diversificación de mercados. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, destacó la ventaja competitiva de México por su productividad, cercanía y logística, proyectando un aumento en esta ventaja, como se observa en el acuerdo con Vietnam.
En un giro sorprendente, se informó sobre la detención de Julio César Chávez Jr. por colaboración con el narcotráfico, un día después de que se anunciara que Ovidio, hijo del Chapo, confesaría y colaboraría con la Fiscalía estadounidense. La presidenta negó haber tenido comunicación con Julio César Chávez padre y aprovechó para destacar el concurso “México Canta”, que busca promover una cultura que no enaltezca a delincuentes.
Finalmente, en cuanto a la corrupción en las aduanas, la mandataria afirmó que se está vigilando la situación, aunque aún persisten problemas. Se trabaja en la digitalización y el equipamiento no intrusivo, citando la reciente detención de un camión con metanfetaminas. En el tema de seguridad en carreteras, se implementa el Operativo Balam para evitar robos, con cierres de entradas ilegales, instalación de cámaras y arcos carreteros, ante el incremento de los robos “piraña”.
La presidenta concluyó su intervención extendiendo felicitaciones a Estados Unidos por el Día de la Independencia, tras una llamada entre el canciller mexicano y el Secretario de Estado de EU, Marco Rubio, donde se discutieron temas migratorios y comerciales.