Washington D.C., Estados Unidos. El presupuesto para 2026, denominado “Big Beautiful Bill” por el presidente Trump, y calificado por otros como la “Big Ugly Bill” (la Gran Ley Horrible), ha sido aprobada, generando una profunda división y preocupación en el Congreso estadounidense y entre la ciudadanía. La ley, presentada por el presidente Trump al Congreso, ha sido objeto de intenso debate y fuertes críticas por parte de senadores como Bernie Sanders, quien la considera el resultado directo de la inversión de billonarios en campañas políticas.
La principal crítica a esta legislación es su impacto regresivo: mientras los multimillonarios, 83 en total en Estados Unidos, incluyendo a Jeff Bezos, Elon Musk y Mark Zuckerberg, son los grandes ganadores al recibir 211 billones de dólares en reducción de impuestos, la clase trabajadora es la gran perdedora. Según el senador Bernie Sanders, esta ley significa que 16 millones de personas quedarán fuera del sistema de salud Medicare/Medicaid, y aquellos que ganan 16 mil dólares al año deberán pagar 35 dólares de copago por cada visita médica. Un estudio de la Universidad de Yale citado en el debate indica que 50 mil estadounidenses podrían morir innecesariamente a causa de estas políticas.
Los recortes y afectaciones de la “Big Beautiful Bill” son extensos:
- Salud: Se retiran beneficios de salud, incluyendo medicamentos y cuidado de enfermería, incluso a personas con discapacidades de larga duración, como el caso de una residente de un asilo de ancianos con 34 años de elegibilidad para discapacidad que ahora se considera “capaz de trabajar”.
- Servicios Sociales: Hospitales rurales, casas de cuidado (nursing homes), clínicas públicas y universidades públicas tendrán afectaciones.
- Alimentación y Educación: Se eliminarán los apoyos alimentarios para niños en las escuelas y los que reciben uno de cada ocho estadounidenses, afectando a un total de 12 millones de personas. Además, se prevén recortes a la educación por 350 billones de dólares.
- Medio Ambiente y Defensa: Se impactarán las inversiones estatales en energía eficiente y sustentable, perjudicando la lucha contra el cambio climático. Por otro lado, la ley destina una inversión de 150 billones de dólares para el Pentágono, lo que representa un aumento del 15 por ciento en el presupuesto actual de defensa.
Congresistas como el veterano coronel de la reserva de la Fuerza Aérea y congresista por California del distrito 36, Ted Lieu, han criticado que la ley promueve una “cultura del miedo” y está separando a niños de sus padres. También se ha señalado el desprecio por el proceso legislativo, la eliminación de becas, la apertura de cárceles y la inversión en armas, beneficiando a las compañías petroleras.
La administración Trump ha sido acusada de mentir sobre los alcances de la ley, y algunos republicanos han expresado su oposición, admitiendo incluso no haber leído el proyecto de ley completo. Voces críticas han recordado principios humanistas, afirmando que “el objetivo del gobierno no es acelerar la muerte de los estadounidenses”.
Finalmente, la nueva ley también se da en un contexto de crisis económica y política en Estados Unidos. Se subraya que el gobierno de Trump ha tomado un país con un crecimiento económico positivo durante 12 trimestres consecutivos antes de su llegada y lo ha tornado negativo con sus políticas. Se advierte que esta legislación no solo impactará a los 40 a 60 millones de mexicanos migrantes o de ascendencia mexicana en Estados Unidos, sino a toda la población americana. Para los migrantes, que han luchado por establecerse y prosperar, esta ley, junto con las políticas migratorias de encarcelamiento y deportación, representa una situación que “raya en el fascismo”.